terça-feira, 8 de março de 2011

Proyecto Paralelo Quince: Bitácora de Viaje - Parte 2 de 4

Un choque inesperado
Eran las cinco de la mañana del día dos de marzo, cuando llegué al Hotel Internacional de Santa Cruz de la Sierra, para encontrarme con mis compañeros de aventura en la Expedición Paralelo Quince. Ellos habían sido amablemente hospedados por el propietario de este acogedor establecimiento, localizado en el casco viejo de la ciudad. Luego de poner mi equipaje dentro de la confortable y amplia vagoneta Galloper Hyundai, que viajó con ellos desde Cuiabá para iniciar la travesía que nos llevaría a descifrar el misterio de los afro-bolivianos, partimos de inmediato por la carretera antigua a Cochabamba.
 



Durante los primeros kilómetros del trayecto, después de que el sol asomara un rostro tibio y refulgente, que reveló como en un pase de magia el encanto cromático de la región, nos dedicamos a disfrutar de la verde y fértil campiña cruceña, con sus generosos cultivos y los lejanos cerros del Parque Nacional Amboró surgiendo difusos en el horizonte claro de la mañana. Así fuimos dejando atrás a las localidades de La Guardia, El Torno, San José y Jorochito, hasta llegar al control policial de La Angostura; último caserío antes de ingresar por el cañadón que señala el inicio de las postreras montañas de los Andes.

A las siete de la mañana nos detuvimos unos instantes para mostrar nuestros documentos a la policía, cuando un enorme camión que remolcaba un acoplado pasó a llevar a nuestro vehículo por atrás, abollándole la parte lateral izquierda, causándole además una pequeña rasgadura a la carrocería y la rotura de una de sus luces.
 

Por unos instantes quedamos perplejos y espantados ante esa inesperada situación, pues lo que menos esperábamos en una mañana tan pacífica y hermosa, era ser chocados por un camión.

Acompañados por el camionero infractor y un policía dicharachero y contador de anécdotas, tuvimos que retroceder cuarenta kilómetros hasta el pueblo de El Torno, para poder sentar la denuncia correspondiente en la comisaría. Cuando al fin conseguimos cerrar un acuerdo con el hombre que nos chocara, registramos el momento a través de una curiosa fotografía en la que aparecemos todos los involucrados en el accidente inclusive  algunos policías. 



Puentes, helechos y arqueología
A las nueve y media de la mañana pudimos finalmente continuar viaje y nos internamos por un hermoso y serpenteante trecho del antiguo camino que lleva a Cochabamba. Durante un buen tramo, esta ruta es acompañada por la corriente de un torrentoso río que en ocasiones forma profundos cañadones y a veces algunas cascadas. En el trayecto vimos a numerosos obreros haciendo mantenimiento de la carretera o trabajando en la construcción de grandes y modernos puentes, que sin duda, mejorarán mucho el tránsito en la región.
 


Los farallones rojizos de la zona de Bermejo fascinaron a Mario Friedländer y en algunas oportunidades, nos detuvimos algunos momentos para que pudiese registrarlos generosamente con su lente. Además de su intensa coloración, estos peñascos poseen curiosas depresiones en la superficie, que le otorgan un atractivo todo especial.
 
Media hora después llegamos al encantador poblado de Samaipata, donde  nos detuvimos unos instantes a la orilla de la carretera para comprar jugos de frutas, además de deleitarnos con deliciosas galletas caseras en forma de estrellas. Para escapar de la poderosa tentación de visitar algunas de las numerosas cascadas que esta región oculta en medio de sus quebradas, montañas y bosques, continuamos la marcha y luego de un rato estábamos pasando por la ciudad de Mairana; importante centro agrícola del departamento de Santa Cruz y puerta de acceso al famoso Bosque de los Helechos Gigantes; sitio que parece arrancado del periodo jurásico, pues alberga inmensos ejemplares de plantas que son fascinantes fósiles vivos y concitan la atención de la comunidad científica.
 
Más adelante pasamos por algunos apacibles villorrios como Hierba Buena y La Junta, que cruzados por torrentosos ríos y bendecidos por una gran fertilidad, son muy atrayentes para cualquier agricultor.

En medio de hermosas vistas de montañas, arboledas y extensos campos, atravesamos la localidad de Los Negros; gran productora de hortalizas y legumbres que abastecen generosamente a la capital. La vegetación de esta zona es bastante diferente a la de la región de Samaipata, sobresaliendo los cactus, las plantas xerófilas y numerosas bromelias que crecen sobre rocas y troncos de árboles.

Para Hélio Caldas, natural del estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil, la región que atravesábamos le recuerda a sus semiáridas campiñas, donde también existen las deliciosas y suculentas tunas, cuya planta es conocida como nopal en México y otros países de nuestro continente.


Diário de Bordo - 7 de março de 2011

Segunda-feira de Carnaval, acordamos cedo para organizar as coisas do projeto, e saímos antes das nove para assistir a Missa da Virgen del Socavon e ver como ia ser o final do carnaval de Oruro. Chegamos à Igreja e vimos uma intensa movimentação de fiéis fazendo preparativos e ambulantes montando barracas no grande pátio em frente a igreja, todos os tipos de comida e bebidas estavam sendo oferecidos nestas barracas, inclusive muita cerveja, que segundo um dos organizadores da festa, não era para ser servida, nem vendida, nem consumida.
 

Igreja del Socavon

Igreja del Socavon

Igreja del Socavon

Visitamos um mirante construído recentemente ao lado da igreja, de onde se avista toda a cidade e se visita um grande cruzeiro e uma imagem da santa no alto do mirante, de lá pudemos perceber que o final do carnaval seria agitado, muita gente estava se encaminhando a igreja e diversos grupos de músicos e dançarinos também, quando descemos do mirante o pátio fervilhava de gente, bandas e figuras com máscaras fantásticas, os ambulantes ofereciam além de muitas comidas tradicionais, objetos religiosos, artefatos para xamanismo, plantas medicinais, publicações sobre o carnaval de Oruro e muchas cositas mas.
 

Igreja del Socavon

Igreja del Socavon

Igreja del Socavon

Igreja del Socavon

De repente o padre abre a porta principal da igreja e o burburinho começa, todos os líderes dos grupos culturais que se apresentaram no carnaval, levando as imagens de seus santos padroeiros e muitos dançarinos e dançarinas com suas fantasias e máscaras de diabo, todos correm até o padre em busca da benção com água benta, no meio do burburinho uma das bandas começa a tocar com força, quando vai terminando a música, outra banda começa a sua a assim por diante.
 

Igreja del Socavon

Igreja del Socavon

Igreja del Socavon

Igreja del Socavon

Igreja del Socavon

Imersos em música de carnaval boliviana o pátio da igreja ferve de gente se movendo em todas as direções, com todas as intenções, as bandas que já tocaram se reúnem embaixo de lonas coloridas para tomar cerveja e confraternizar, muita gente corre para o interior da igreja onde começou a missa principal, as crianças duelam com sprays de espuma e buscam os brinquedos de um parquinho espalhado pelo pátio, famílias fazem oferendas de fogos, cervejas e ervas em frente a escadaria da igreja, todos se abraçam, sorriem, tiram fotos entre si, o ambiente é super cordial e pacífico, o carnaval é uma celebração alegre da vida.

Igreja del Socavon

 
Hélio Caldas, Igreja del Socavon

Segunda de Carnaval, Igreja del Socavon

Segunda de Carnaval, Igreja del Socavon

Enquanto tudo isso vai acontecendo, circulamos como loucos pela multidão sem fim e tento entender afinal de contas sobre o que está acontecendo de fato.
 

Abaixo de nós, num outro pátio maior que é chamado de Avenida Cívica, as arquibancadas de tábuas, altas e numeradas a cada meio metro, estão cheias de gente que pagou para sentar ali, muita gente se pendura onde pode aproveitando os desníveis enormes das ruas, e no pátio, muitos grupos se revezam em novas apresentações ou demonstrações como são chamadas pelo pessoal da festa.
 

Segunda de Carnaval, Igreja del Socavon

Segunda de Carnaval, Igreja del Socavon

O carnaval que eu achava que ia acabar, se agiganta mais ainda, todos participam com entusiasmo e então fico sabendo que hoje é um dia para celebrar com muita bebida e festa o final das apresentações solenes dos 48 grupos culturais que participaram do Carnaval de Oruro neste ano.
 

Mas a partir de amanhã e durante toda a semana os grupos de Oruro irão iniciar uma disputa acirrada para ver quem dança mais, cada grupo se reunirá em diversos locais especiais da cidade e de suas comunidades e lá ficarão dançando por dois, três ou quatro dias, sem parar, o grupo que conseguir ficar mais tempo bailando e bebendo ganha a disputa.
 

A chuva fina, mais uma vez interrompe meu trabalho de documentação e corro para fugir da chuva e daquela intensidade inesperada de celebração que me encanta e perturba. Pelas ruas cheias de gente e lixo, a celebração continua ininterrupta em todos os movimentos, gestos e ações, a chuva é só mais um elemento do todo, ela não interrompe nada, só provoca rearranjos e mais movimentação ainda.
 

Estou pensando em voltar ano que vem, agora estou começando a entender um pouco do que acontece por aqui e confesso que gostei muito do muito pouco que vi.
 

Quero mais e melhor, Oruro agora faz parte de minha vida, amanhã iremos a La Paz e sei que o turbilhão de acontecimentos irá continuar, pois que venha o amanhã.

Texto e fotos: Mario Friedlander